Sucedió en un semáforo

-Cariño ¿quieres que te ayude a hacer la cama?
-No, tranquilo, ya la hago yo.
^Me parece increñible la suerte que tuve al encontrarle, lo recuerdo como si fuera ayer...^
-Qué aburrimiento, todo coches y aún quedan 57 segundos para cruzar.
^Me dedico a observar la gente que se encuentra en los coches que son mujeres, niños, hombres...^
-¡Ya estña verde, aleluya!
^Ring ring^
-Bien, en medio del cruce me suena el móvil y no lo encuentro en este condenado bolso.
^Y de repente... ZAS^
^Me choco y no sé contra qué ni quién. Alzo la vista , olvidándome del móvil, para ver qué es lo que ha interrumpido mi camino. Y ahí está él con esos ojos profundos como el mar de un delicioso color miel, que expresaban preocupación, esos lindos labios y ¡oh, que hoyuelos! Está hablando pero no tengo ni idea de lo que dice, me he quedado embelesada mirándole y soñando que floto en una nube. Cuando me quise dar cuenta ya estábamos charlando como dos viejos amigos en un bar. Ahora llevamos 15 años casados y fruto de nuestro amor estña Juan.^
-Cariño ¿estás bien? Parece que te has quedado en blanco.
-No, quiero decir sí. Es solo que estaba pensando.
-¿Pensando en qué?
- En que todo sucedió en un semáforo.



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