Desaparezco
Llego
a mi cuarto como un viejo lobo solitario, es noche de tormenta y las luces
funcionan a ratos, este es uno de los ratos que no funcionan. Esta habitación
pequeña pero acogedora se ha convertido en mi nuevo hogar. Su riquísimo olor a
jazmín no hace más que recordarme a ella. –Oh Lorreyn, no sabes cuánto te echo
de menos. Sé que Dios me la arrebató hace mucho pero aún no ha pasado un día en
el que no la haya recordado. Me incorporo en la cama y sin darme cuenta a pesar
de estar a oscuras de repente los detalles se hacen cada vez más nítidos no
puedo evitar emocionarme sin saber por qué cuando… Me levanto del suelo, creo
que me he desmayado no sé cuánto tiempo habré permanecido ahí tirado en el
suelo solo sé que no me quiero levantar. Una sensación placentera invade todo
mi cuerpo y el frío que antes me hacía tener la piel de gallina se convierte en
un intenso calor tan insoportable como el mismo infierno. Este repentino
malestar hace que intente levantarme aunque una voz interior me dice que me
quede en el suelo fresco. Lucho con todas mis fuerzas para levantarme pero mis
piernas han decidido no responder, tras 15 minutos aproximadamente de intentos
fallidos me rindo. Por lo menos he dejado de sufrir ese calor tan intenso. La
única opción que me queda es esperar a que alguien me encuentre. Pero, ¿de qué
parte estará mi suerte? Decido dormir para olvidar mis males, recuerdo todos
esos momentos en los que era feliz, aquellos que me hicieron reír a carcajadas
hasta llorar o simplemente me sacaron una sonrisa que borraba todo lo malo.
Me
despierto, con la oscuridad como compañera, lo único que me permite ver la
habitación es la luz que se cuela por mi ventana desde la calle. Parece ser que
la buena suerte no quiere correr esta vez de mi parte. Sin poder evitarlo, este
pensamiento me saca una sonrisa y empiezo a pensar que Dios quiere reunirse
conmigo. Tal vez es la mejor opción, así podré ver a mis amigos y a mi querida
Lorreyn o simplemente descender al infierno. No estoy seguro, puede que sufra
una reencarnación ¿en una persona? Se me viene a la mente una frase que leí una
vez, recuerdo que me hizo gracia pero ahora que lo pienso ¿y si la luz que se
ve al final del túnel es la luz de la sala de partos y el túnel el cuello del
útero de nuestra madre? Puede ser que los lloros del bebé sean los de esa
persona que moría al recordar que no volverá a su antigua vida. Hay tantas
posibilidades… y tanta gente que se ha ido y no ha vuelto…Intentamos saberlo
todo pero la muerte, qué enigma ¿es posible que la muerte y el nacimiento estén
tan íntimamente conectados? Todo este rato he reflexionado con los ojos
cerrados, así que los abro sin embargo algo ha cambiado, cada vez me inunda más
la oscuridad, pero de pronto…
-Es
un niño, el niño más bonito que he visto nunca.-Venga, dime el abecedario.-Hoy
te voy a quitar los ruedines y te enseñaré a montar una bici de 2 ruedas.-Su
hijo tiene que practicar un poco más las matemáticas.-Esto es una nueva etapa y
os tendréis que esforzar más.-Mira hijo, ¿ves esto? Es un olivo y de todos
estos árboles sale el aceite que tú te comes-El global de sociales será la
semana que viene.- ¿Quieres un poco de alcohol? –Tenéis que prepararos para la
selectividad.-Hijo, deberías estudiar un poco menos- ¿Qué somos? -¿Te quieres
casar conmigo?-La ciudad de Londres es preciosa.-Es una niña.-Vamos a visitar a
los abuelos.-Qué mayor se ha hecho.-Hoy despedimos a Lorreyn.-Lo siento por su
pérdida.-Papá, ¿qué te parecería ir a una residencia?
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